Que soy una ilusa, lose, que pensé que todo iría bien, que sería un cuento de hadas, una película de dibujos, que tenía un sinfín de finales felices, y no, no es así, la cruda realidad llamó a mi puerta y sin darme cuenta le abrí, ahora está alojada en mi, dice que no se irá en un tiempo y que está cómoda aquí. No lo entiendo, de verdad que me esfuerzo, pero no da resultado, es siempre la misma mierda, una y otra vez. Juré y perjuré que no volvería a caer en sus redes, pero fui una estúpida que se volvió a creer sus mentiras.
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